domingo, agosto 23, 2015

Novela Laliter_Rebeldía y algo más 2 temporada: Capítulo 35. (EL FINAL)

Capítulo 35.

Estábamos en un cuarto. Delfina peinaba mi cabellos mientras cantaba. Y yo, yo lloraba silenciosamente.
Quería estar con mi hermano, con Euge, Luna y Peter. Ellos seguramente están preocupados, pero hago esto por ellos, por su bien... Y el de Delfina.

Delfina:¿Por qué lloras, hija?-Pregunta, mirándome.

Lali:No importa.-Me doy vuelta bruscamente y limpio mis lágrimas.

Delfina:Sólo quiero ayudarte.-Dice, con frialdad-¿Por qué no dejas que te ayude?

Lali:Porque por tu causa me siento infeliz.

Delfina:Yo sólo quiero lo mejor para ambas, Mariana. Ya vas a lograr ser feliz cuando olvides a aquellos bastardos que arruinaron tu vida, y te vas a dar  cuenta que la única que te ama verdaderamente soy yo, hija...-Acaricia mi pelo.

Lali:Muevo mi cabeza con brusquedad-Quiero estar sola, por favor.

Delfina:Estábamos pasando un buen momento de madre e hija. ¿Ves? Los recordaste a ellos y te lastimó. Ellos causan que seas infeliz, hija.

Lali:No, delfina. Vos encerrándome acá causas que sea infeliz.

Delfina:Basta, hija. Me haces sentir la villana del cuento, y no es así. Te voy a dejar un momento a solas para que reflexiones. En un rato estará la cena junto con tus viejos amigos.-Dice, feliz.

Lali:Ellos no son mis amigos, Delfina. Los odio.

Delfina:¡Mariana! ¡No digas eso de tus amigos! Dios, qué niña maleducada. Iré a cocinar.-Se levanta y sale del cuarto.


Lo necesitaba; Necesitaba a Peter. Pero no puedo. Nunca vamos a poder estar juntos, nunca vamos a poder ser felices. Al parecer fuimos creados para no estar juntos.
Sé que me estarán buscando, pero no saben en donde estoy... Imaginar a Peter con cara de preocupación, el corazón latiéndole a mil y sus hermosos ojos verdes cristalinos... me parte el alma en miles de trocitos. Pero esto era por él; Para que esté a salvo.

Espero que se olvide de mí, cosa que yo nunca podré hacerlo de él. Pero tiene que empezar una vida nueva, con una persona que lo haga feliz aunque no lo ame como lo hice  yo. Porque mierda, nunca nadie podrá amar a Peter como lo hago yo.
Espero a que tenga hijos. Hijos que yo nunca hubiera podido darle, maldita sea.
Espero que sea feliz...



Cuenta Peter.

Peter:¡¡Estamos así hace media hora y nunca dijiste eso!!

Nicolás:¡No me dejaban hablar!

Peter:¡Es que sos un estúpido y estamos acostumbrados a que digas incoherencias!

Victorio:Basta, por favor, muchachos. En este momento lo importante es Lali.-Mira a Nicolás-Decime por favor en donde tienen a mi hermanita.-Suplica.

Nicolás:-Asiente.


Estábamos en el auto. Nicolás manejaba y yo estaba en el asiento del copiloto.

Estaba muriéndome. Necesitaba a Lali conmigo; Saber si estaba bien. No me perdonaría si algo le pasara.

Bajamos del auto.

Victorio:Ustedes quédense acá.-Les dice a Euge y Luna.

Luna:¿¡Qué!? ¡No! Lali está ahí, necesito ayudarla.-Dice, desesperada.

Victorio:Mi amor, prometo que la vamos a salvar. Vos no podes entrar a ir, es por el bien de nuestro hijo. No voy a permitir que nada malo les pase.

Luna:-Asiente y besa cortamente los labios de Vico-Te amo.

Victorious:Y yo a vos, amor.-Toca la panza de Luna.

Eugenia:En cambio yo no estoy embarazada. Así que voy con ustedes.

Peter:Eugenia, por favor. Esto es muy arriesgado, entendelo.

Eugenia:-Suspira resignada-Cuídense y tráiganla con vida, por favor.

Nosotros asentimos y nos encaminamos a aquel lugar.



Cuenta Lali.


Estábamos sentados en la mesa los cinco. Nadie hablaba hasta que a Delfina se le ocurre hacerlo.

Delfina:Hija, ¿te gustaría hacer un viaje? Nosotras dos solas, en una playa, descansando de todo y de TODOS. ¿No sería genial, chicos?-Mira a los desgraciados, ellos asienten tenebrosos.

Gastón:Es una muy buena idea, Delfina.

Agustín:Sí...

Delfina:Verdad, ¿no?-Dice, sonriendo.

Lali:Sí, Delfina.-Dije, con mi mirada perdida en el plato.

Delfina:Lali, es de mala educación llamar a tu madre por el nombre, ¿no te parece?

Lali:Claro, a Juliet le digo mamá sino me regaña.-Intentaba ser buena con ella, pero maldita sea, no podía, me salía del alma ser así.

Delfina:¡Maldita sea, Mariana! Yo soy tu madre, no esa estúpida canosa.

Iba a defenderme pero Agustín toca mi brazo.

Agustín: No lo hagas...-Susurra para que Delfina no escuche-Te matará...

Lali:Ojalá sea así.-Aparté bruscamente mi brazo de su agarre.

De todas formas no dije nada y me quedé mirando mi plato.
Delfina siguió hablando, yo sólo asentía con la cabeza.

Sentía un nudo en mi estómago, y como mi corazón se apretujaba.

Era como un presentimiento de algo malo; muy malo.


Cuenta Peter.

Nicolás: No puedo creer qué no haya ningún guardia, matón o algo. Seguramente trama algo.

Peter:Tal vez teniendo a Lali en sus manos piensa que no haremos nada contra ella.

Nicolás: No lo sé, pero es raro...

Victorio:No impota, sólo saquemos a Lali de acá y vayamonos rápido.

Mis manos sudaban y mi corazón latía mucho más de lo normal.

Tenía miedo.
Miedo de que algo pasara mal y Lali termine muerta.

Entramos por el garaje sigilosamente y abrimos una puerta que era na entrada a la casa.

Se escuchaban voces.


-Será hermoso, hija, ya vas a ver- Reconocí la voz. Era Delfina.

-Sí, Delfina.

¡Lali! ¡Es mí Lali!

Delfina:¡Te dije que me digas mamá, maldita mocosa! - Se escucha un golpe; una bofetada.

Instantáneamente iba a entrar, pero Nicolás pero tomo del brazo.

Nicolás: No, Peter. Si entras va a hacerle mucho más daño que ese, y te vas a poner en riesgo a vos y a Victorio.

Peter:¡Le pego! - Susurro/grito.

Victorio:Nicolás tiene razón, calmate, Peter.

Suspiré resignándome y apretando mis puños. Esa mujer me las pagaría.

Delfina: Anda a tu cuarto... ¡Ahora!

Escucho pasos y como sube a la escalera Lali.

Peter: Tenemos que entrar ahora que Lali no está en riesgo.


Ellos asienten con la cabeza. Contamos hasta tres y entramos.

No sé lo qué me impactó más; si ver a Delfina mirándonos desde antes que entraramos o ver el arma que tenía en manos.

Delfina: Hola. -Sonríe maliciosa- No creyeron que era tan tonta, ¿no? -Gruñí e intenté ir hacia ella, pero me apuntó con el arma- Calma, vaquero. ¿A dónde crees que vas? ¿¡Eh!?

Nicolás:Delfina, bajá eso.

Delfina:-carcajea- No me hagas reír, infeliz. A Lali nadie se la lleva de acá, ¿entendido?

Lali:No.- Todos no volteamos para mirarla a ella, estaba en la escalera. - Dejalos en paz. Yo estoy con vos, a ellos dejalos, Delfina.

Me miró. Su mirada era tristeza, preocupación, miedo y enojo.

Yo sin hablar le dije "Quedate ahí". Pero negó con la cabeza.

Delfina:Ellos se lo buscan, hija.

Lali:Deja qué se vayan, no van a volver.

-¿Qué pasa ac.. ¿Chicos? -Eran Agustín, Candela y Gaston mirándonos impactados.

Delfina: Oh, queridos, llegaron para salvarme de estos monstruos.

Candela me mira como diciéndome "Perdón" con los ojos.

Lo siguiente me impactó.

Candela se tiró encima de Delfina y empezaron a forcejear.

Delfina: ¡Soltame, mocosa! ¡Te voy a matar!

Agustín y Gastón también entraron en acción.

Gastón: ¡Váyanse chicos, váyanse ya! ¡Nosotros nos encargamos!

Me tomaron en brazos y corrieron.

Lali: ¡No, soltame! -Veo su cara; era Victorio. -¡Soltame por favor, Victorio! ¡Tengo que parar esto!

Victorio: ¡No, Mariana! ya hiciste mucho, tenemos que irnos.

Pero no hice caso. En cambio, mordí su brazo, él me soltó por el dolor y yo caí, me levanté y fui corriendo hacia la habitación. Se escucharon disparos.

Lali: ¡No, chicos, no! -Corrí más rápido y llegué.

Delfina yacía desangrándose en el suelo.

Lali: Delfina... -Me tiré a su lado y tomé su mano. Ella aún no había muerto.

Delfina: -Lloraba y su piel empalidecía cada vez más. -Perdón, Lali, perdón. Nunca quise hacer esto, perdóname por favor. Sólo hacía lo que creía bien para vos. Perdoname. -Las lágrimas aumentaban en su cara.

Tomé sus manos y acaricié su mejilla.

Lali: Yo te perdono. Te perdono por todo lo malo que hiciste, Delfina. Te podes ir en paz..., mamá.

Ella me regala una sonrisa perezosa de amor y agradecimiento antes de que su corazón y cerebro pararan y murieran.

Limpié una lágrima que saltó de mis viejos. Cerré los ojos de Delfina y me levanté. Todos, incluso Eugenia y Luna, estaban en el cuarto mirando la escena.

Peter se me acercó y me abrazó con desesperación, yo correspondí aquel abrazo con doble desesperación.

Sabía perfectamente lo que significaba ese abrazo. Significaba un "Todo va a estar bien por fin, nada malo pasará nunca jamás"












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